El Final explicado de Saltburn - ¿Qué motivaba a Oliver?
Bienvenidos al final explicado de Saltburn, en esta ocasión, nos sumergiremos en una película que ha dejado a más de uno sin aliento con sus giros inesperados y su intrigante trama. Desde el principio, Oliver siempre pareció tener un plan aunque inicialmente se nos presenta como una figura inocente, pronto descubrimos que su papel en la historia es mucho más complejo de lo que aparenta. Después de alejarse definitivamente de Saltburn, se encuentra con Elspeth en un café, donde ella le informa sobre la muerte de su esposo y le invita a regresar a la ciudad. A partir de este encuentro, ambos retoman su relación, desencadenando una serie de eventos que culminan en un desenlace impactante. Así empieza este final explicado de Saltburn.
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Final explicado de Saltburn
La enfermedad de Elspeth revela una verdad perturbadora: Oliver fue el arquitecto maestro de una serie de tragedias que asolaron a Saltburn. Desde su primer encuentro con Felix, Oliver manipuló los hilos para infiltrarse en su círculo social y orquestar el robo de la fortuna de la familia Catton.
Su rechazo por parte de Felix desencadenó una espiral de violencia que culminó en la muerte de este último, así como en la confesión y posterior asesinato de Elspeth . En pocas palabras, Oliver se encargó de eliminar a todo el elenco de la tragedia.
El final de la película nos muestra a Oliver obteniendo finalmente lo que deseaba: el control absoluto sobre Saltburn. En una escena surrealista, lo vemos bailando desnudo por las grandes habitaciones de la mansión al ritmo del éxito pop de Sophie Ellis-Bextor.
¿Cuál era la verdadera motivación de Oliver en Saltburn?
La respuesta, según revelaciones de la directora, es más simple de lo que parece. Aunque al principio parece que su objetivo era alcanzar el estatus y el poder asociado con Felix, la escena final sugiere que su verdadero impulso era simplemente sentirse parte de algo y reclamar el poder que otros tenían.
Esta interpretación nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la ambición y el deseo humano, y cómo estos pueden llevar a acciones desesperadas y destructivas. En última instancia, el final no es una victoria eterna para Oliver, sino más bien una especie de triunfo deprimente.
Aunque logra su objetivo de conquistar la ciudad, queda la sensación de vacío y desesperación que acompaña a su victoria. Es una celebración agridulce de la realización de un gran plan, pero también una revelación de la soledad y el aislamiento que conlleva. Así termina este final explicado de Saltburn.
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